jueves, 29 de septiembre de 2011

LOS HIJOS DE LA CLASE MEDIA


LOS HIJOS DE LA CLASE MEDIA

EL PROCESO

Luis Lauro Garza Mireles


El control natal en México se basa en factores que van más allá de la educación sexual ó académica. El factor económico ha tenido un impacto mucho más profundo y crucial en las decisiones que toman los matrimonios de la clase media mexicana.

Recordemos que los programas gubernamentales de planificación familiar se diluyeron desde el sexenio de Ernesto Zedillo, cuando la propaganda mediática fue decreciendo año con año, hasta que desapareció. Pero aún así, muchos especialistas se sorprenden de la baja natalidad en los últimos años, y es que para 2003 se preveía una población cercana a los 160 millones de personas. Fue de 100 millones para ese entonces. Podemos sospechar que la educación ya no es la principal herramienta de control natal para un país en desarrollo, ahora la economía familiar es contundente, sobre todo en la clase media y media baja.

Por el contrario, la clase más desfavorecida no responde a este interés, ya que el estatus de vida modesto que tuvieron sus hijos no inhibe la procreación en condiciones adversas para el futuro. Como quién dice, están curados de espatos, y de miseria. La clase baja responde a las costumbres heredadas por sus padres, su necesidad de procrear carece de un análisis previo basado totalmente en la economía, y no reserva la reproducción a las condiciones monetarias.

Los ricos tampoco inhiben la procreación en base a un análisis económico, ya que poseen una calidad de vida alta. Ellos saben que sería insostenible tener muchos hijos con poco dinero. Es así como podemos definir que, hablando en términos de reproducción, la economía es el factor que no genera interés entre los más ricos y los más pobres, pero sí en la clase media.

De esta manera podemos establecer que la natalidad en la clase media es la más golpeada con una crisis monetaria y de desempleo. El estatus de vida aceptable que sus padres le han brindado y la educación que han recibido, son factores que influyen directamente en el auto control natal que se implantan para el futuro. Es el sector de la sociedad que está disminuyendo con el pasar de los años, mientras la calidad de vida no se incrementa.

Los hijos de la clase media han marcado una pausa al promedio de natalidad que se presentó en los últimos 50 años. Se agrava aún más cuando los jóvenes se topan con una situación laboral raquítica, que no paga más de lo que algún día ganaron sus padres.

Los matrimonios que surgen de la clase media han sufrido un duro golpe sin darse cuenta. Su educación y estatus social los ha limitado para tener descendencia. Ese sector de la sociedad sufre y se hace más pequeño, dando paso a que su lugar sea ocupado por una población con menor calidad de vida. Ahora nos enfrentamos a un nuevo fenómeno, la economía regula la natalidad de las sociedades que buscan el desarrollo.

jueves, 8 de septiembre de 2011

ENTRE SOTO, MERCADO... Y MOTA


ENTRE SOTO, MERCADO… Y MOTA

EL PROCESO

Luis Lauro Garza Mireles


Las mujeres mexicanas son aguerridas y capaces, pero resulta que en México nadie cree posible que una de ellas pueda llegar a la Presidencia de la República. Sin embargo, es verdad que las posibilidades aumentan conforme pasan los años.

Y es que su participación dentro la función pública ha sido muy influyente en las últimas tres décadas, incluso, mucho más de lo que la mayoría pudiese pensar. Algunas de ellas han operado importantes cargos en el gabinete presidencial, y otras han hecho valer su posición como esposa del Presidente. Nuestra Canciller es Patricia Espinoza, y basta con dar una lectura a la designación de Marisela Morales como Procuradora General de la República, sobre todo en un periodo con tanta inestabilidad como el que vivimos. Pues así, son ellas un ejemplo fiel de que las mujeres no representan el “sexo débil”, y al contrario, se convierte en un escaparate para gobernar. No podemos olvidar a las ex gobernadoras Griselda Álvarez, Beatriz Paredes, Dulce María Sauri y a Rosario Robles. Así como las actuales gobernadoras Amalia García e Ivone Ortega.

Nada es nuevo, las mujeres se han abierto de apoco el espacio que merecen, tal es el caso de Cecilia Soto, a quién se le debe en gran medida la apertura política que tienen las mujeres de hoy. En 1994 fue candidata presidencial por el PT y obtuvo casi un millón de votos.

El más reciente caso de una candidata presidencial es el de Patricia Mercado por el Partido Socialdemócrata en 2006, obtuvo una preferencia cercana al 3%. Con ello logró mantener el registro del PSD, y para algunos especialistas, su campaña resto importantes votos al candidato del PRD Andrés Manuel López Obrador, ya que representaban, ambos, una ideología similar.

Ahora, seis años después, aparece la figura de Josefina Vázquez Mota como precandidata del PAN. Surgió de sorpresa entre la incertidumbre panista porqué la muerte de Juan Camilo Mouriño, pegó. Algunas encuestas colocan a Josefina como favorita en las internas, dónde también están Ernesto Cordero y Santiago Creel. Sin embargo, muchos piensan que destapar a una mujer como candidata sería automáticamente perder la elección. Por lo tanto, representaría un arreglo político para despejar la nublazón.

Este pensamiento “machista” puede ser, en cambio, una realidad sustentada. Hay que tomar en cuenta que las últimas mujeres que compitieron por la presidencia no tuvieron buenos resultados. A pesar de ello algunos analistas creen que puede ser diferente en 2012, ya que los partidos fuertes como el PRI, PAN y PRD no se han aventurado al cambio de género en su candidatura. Algo que podría ocurrir en Acción Nacional.

Las elecciones de 2012 serán especiales, tendrán un ingrediente que nunca antes se había mezclado, ese es el tema de la militarización del País y el narcotráfico. Y precisamente, sería irónico que en un supuesto, tengamos en México una presidenta que se apellide MOTA.