jueves, 18 de agosto de 2011

EL DIOS DINERO


EL DIOS DINERO

El Proceso

Luis Lauro Garza Mireles


La gente puede perder la fe, pero el dinero jamás. Se puede decir que España es por tradición el país más católico del mundo, y resulta muy interesante que una parte de su gente proteste por una visita papal. A lo largo de la historia, su realeza ha tenido un vínculo que no se rompe, y parece no se romperá. Seguramente que todos los españoles irán por lo menos en una ocasión a la iglesia.

La visita de Benedicto XVI a Madrid ha sido esperada por unos, repudiada por otros, y aunque estos últimos son minoría, nunca se había percibido como tal. La principal crítica fue el gasto público en eventos religiosos. Para algunos es justificado, y para otros es ridículo, si tomamos en cuenta que España es el motor del catolicismo en hispanoamérica.

Nunca he sido ferviente de alguna religión, pero debemos reconocer que todos los seres humanos recurrimos a Dios en algún momento de nuestras vidas. Pero de apoco esa fe se ha ido perdiendo. En estos días parece que la gente se niega a creer en las cosas de más antes, en esas de sus padres y abuelos que inculcaban el hábito religioso y espiritual. Será porqué las nuevas generaciones rechazan los resultados obtenidos, ahora buscan en la ambigüedad la respuesta del fracaso social que vivimos.

Algunos consideran que existe una campaña de desprestigio contra la religión, no solo la católica, sino otras con miles de millones de creyentes. Eso es difícil de comprobar. Lo que sí sabemos es que las agencias informativas proporcionan a los noticieros del mundo temas sobre sacerdotes que violan niños y clérigos corruptos. Eso por supuesto ha tenido un impacto muy duro y negativo en la población, sobre todo entre los jóvenes que no tienen la convicción que quizá tienen sus mayores.

Debemos reconocer que los errores no han sido de la iglesia como estructura, sino de los hombres que la conforman. Y es que todavía no comprendemos que el problema de Dios y la Religión somos los seres humanos, que en este complemento natural e inevitable corrompemos la sabiduría de los libros, la ignoramos y la transformamos.

El Papa advirtió en Madrid que “una libertad sin Dios está tentando a la juventud”. Esas palabras se suman al temor global que existe por el liberalismo social y económico de la actualidad, que crezca sin orden y sin reglas. En anarquía. Otro de los mensajes que envió Benedicto XVI en España ha sido para que los jóvenes eviten el consumismo excesivo. Es interesante que un Papa hable de economía con los jóvenes católicos, y de regular su gasto, si tomamos en cuenta que el sistema que nos rige está basado en el consumo, es decir, si la gente deja de comprar la economía no funciona.

La visita del Papa a España ha sido más de alegría que de otra cosas, pero algo ha cambiado. La gente cree menos, incluso, tiene menos tiempo para ir al templo ó leer el libro sagrado que les acomodó el destino. Parece que hay otro dios en el que la gente confía, el dinero.

1 comentario:

  1. Yo respeto la fe de las personas. Fui criado en la tradición judeo-cristiana aunque nunca he sentido fe real: desde niño sentí que la religión es una ficción. Visito las iglesias coloniales y me encanta el arte barroco. (Invito a que visiten mi página de Facebook titulada El barroco mexicano y las raíces de Mesoamérica).
    Sin embargo, creo que ganaríamos mucho como sociedad si nos volviéramos racionalistas, si cada hecho nos lo explicáramos con mente cientifica, es decir, desprovista de elementos supersticiosos. Cuando expreso esta idea no falta quien argumenta que la religión evita que la conducta de las personas sea peor. No estoy de acuerdo. La ética, la honradez, la bondad no son patrimonio exclusivo de los creyentes. Todo esto para no hablar de los yerros de las iglesias (de cualquier religión) convertidas en instituciones humanas, y como tales, envueltas en luchas por el poder.

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