jueves, 11 de agosto de 2011

LA POBREZA URBANA ES MÁS DURA


LA POBREZA URBANA ES MÁS DURA

EL PROCESO

Luis Lauro Garza Mireles


Hace unos sesenta años la gente del campo inició un éxodo a la ciudad, lento pero constante. De los 80s en adelante, esta migración se ha convertido en la opción más viable para quienes se aburrieron de vivir en el campo. Muchos se fueron pensando que eran pobres entre la naturaleza, pero pocos se han dado cuenta que en la ciudad, pueden ser aún más.

La pobreza que una persona vive en el campo es muy diferente a la que se siente en las grandes urbes. Es cuestión de percepciones, porqué las carencias citadinas son más implacables, se comparan con las carencias de otros y ciertamente te esclavizan. La vida es más cansada, menos esperanzadora cuándo percibes que el trabajo es una obligación, y no se ve como parte de nuestra existencia.

En la aglomeración humana, muchos aspiran a trabajar menos y ganar más dinero. Buscan comprar lo que a su juicio es necesario y entonces entran al sistema de consumo como base de su estabilidad. Eso es ser feliz, tener lo que otros tienen.

En cambio, las cosas del campo son diferentes. El trabajo forma parte de la vida y su percepción de pobreza se basa en conocer que existen otros lugares donde están los centros comerciales, el Internet y las tiendas de marcas exclusivas. En apariencia estos productos y servicios te hacen la vida más fácil, y quizá es verdad, pero desconocen que eso también los expondrá a la infelicidad.

Lo que en realidad cambió en el mundo fue la forma de vivir en la ciudad, donde tener acceso a mayores productos y servicios se convirtió en la única aspiración hacia el bienestar. La pregunta sería, ¿es este un beneficio para todos?

Si un campesino tiene lo elemental y el trabajo que realiza se lo brinda, lo otro se convierte en una guerra psicológica por vivir en otro mundo. Ese es el mundo de la globalización, de trabajar para los otros. Una de las principales diferencias entre la pobreza urbana y la rural, es que la vida en el campo siempre fue igual y en la ciudad se transforma.

En México, la gente común le ha restado valor al campo. Los campesinos se han convertido en sinónimo de pobreza, aunque en otros países son el motor de la economía. Y es que los productos más vendidos en las ciudades vienen precisamente del campo, de las hortalizas, de las cosechas de verduras y cereales. El problema de los campesinos mexicanos es que esos alimentos vienen de otros países. A pesar de ello, esos hombres siguen sembrando por ahí y pastoreando por allá.

Se niegan a vender su tierra aunque les hagan pensar que son miserables. Viven en una casa modesta comiendo el huevo gallo gallina, bebiendo la leche de cabra. Para la mayoría eso es pobreza, porqué no tienen un Ipad en la mesa. Todo radica en encontrar las cosas que hacen feliz a un individuo, no a la sociedad en masa.

La gente pobre no sabe que lo es hasta que alguien se lo dice, ó se lo hace creer.

2 comentarios:

  1. Es interesante la idea de que la pobreza es una cuestión de percepción. Lo mismo puede ocurrir si extrapolamos la situación a la de los países. ¿Los japoneses viven mejor que los mexicanos? No necesariamente. Y no lo digo por la cuestión del desastre de este año.
    Por otro lado, es conveniente que nosotros, habitantes citadinos, tengamos conciencia de que este mundo de libre mercado está en una etapa de franca agonía: es iluso aferrarse al modelo de consumo indiscriminado; hay que optar por otras maneras de concebir la vida (por supuesto, decirlo es más fácil que hacerlo).

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  2. El tema de la pobreza la puede describir mejor quien la vive diariamente y los que día a día están involucrados, excelente articulo.

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