Estoy aquí para bien o para mal, seguramente es más por lo segundo, puesto que me utilizan para matar, aunque algunos piensan que hay hombres que merecen la muerte. Yo no debato sobre razones y argumentos, soy manipulable, para eso me crearon y está prohibido cuestionar el criterio humano.
Ahora que lo pienso, es muy probable que existan varias como yo para cada persona, algunas me utilizarán para lograr un objetivo, y otras me verán llegar como un mortal impacto. Todas seremos utilizadas y nunca escasearemos, dicen que somos un gran negocio.
Cuando llego al alma de mi victima, me convierto en verdugo sin ser culpable. Y saber que mi existencia arrebata la vida inevitablemente, me hace egoísta desde el principio.
Muchos creen que únicamente sirvo para matar, pero se equivocan. Una véz me sacaron las entrañas y mi pólvora iluminó una fotografía de mujeres vietnamitas, vaya historia, fue una imagen subterránea mientras las bombas, mis hermanas mayores, tapizaban de fuego y muerte los campos de Vietnam durante la guerra con Estados Unidos.
Así es como me enteré que no soy del todo detestable, que también llevo luz por dentro.
A lo largo de la historia he callado voces inocentes y también he silenciado tiranos, es innegable que soy el instrumento predilecto de los hombres para terminar con la discordia, y al mismo tiempo la provoco de nuevo.
Soy un mal necesario, sin embargo nunca seré indispensable.
Ahora que lo pienso, es muy probable que existan varias como yo para cada persona, algunas me utilizarán para lograr un objetivo, y otras me verán llegar como un mortal impacto. Todas seremos utilizadas y nunca escasearemos, dicen que somos un gran negocio.
Cuando llego al alma de mi victima, me convierto en verdugo sin ser culpable. Y saber que mi existencia arrebata la vida inevitablemente, me hace egoísta desde el principio.
Muchos creen que únicamente sirvo para matar, pero se equivocan. Una véz me sacaron las entrañas y mi pólvora iluminó una fotografía de mujeres vietnamitas, vaya historia, fue una imagen subterránea mientras las bombas, mis hermanas mayores, tapizaban de fuego y muerte los campos de Vietnam durante la guerra con Estados Unidos.
Así es como me enteré que no soy del todo detestable, que también llevo luz por dentro.
A lo largo de la historia he callado voces inocentes y también he silenciado tiranos, es innegable que soy el instrumento predilecto de los hombres para terminar con la discordia, y al mismo tiempo la provoco de nuevo.
Soy un mal necesario, sin embargo nunca seré indispensable.
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